domingo, 3 de abril de 2016

EL LENGUAJE ORAL Y EL NIÑO SORDO

Son tres los tipos de actividades básicas precursoras del lenguaje oral:
  1. La ejercitación fonética 
  2. Las bases comunicativas 
  3. Los prerrequisitos simbólicos.
El bebé sordo desarrolla los tres tipos de manera distinta a como lo hace el oyente. Las actividades más claramente afectadas son las de ejercitación de los sonidos del habla.

A los seis meses, el bebé deja de emitir nuevos sonidos y no imita algunos aspectos de entonación del habla del entorno.









Durante el primer año de vida es muy importante la 
intervención del especialista en trastornos de la audición y del lenguaje. En primer lugar tendrá que completar el diagnóstico inicial realizado por el audiólogo para 
determinar el tipo de prótesis auditiva que requerirá, cuya oportuna aplicación junto con una adecuada estimulación 
temprana ayudarán a que el niño no interrumpa sus 
oralizaciones, adquiriendo los fonemas y elementos 
prosódicos del habla.

El estímulo para utilizar la voz se fundamenta en estar consciente de las vibraciones propias que produce y del efecto que causa en el entorno.

DETERIORO AUDITIVO



Cada parte del oído cumple una función importante en la transmisión de la información del sonido al cerebro. La pérdida auditiva se produce como consecuencia del deterioro de una o varias partes del oído externo, medio o interno. Para comprender mejor la pérdida auditiva, podría resultar de ayuda entender primero la anatomía del oído y cómo funciona la audición. 
La pérdida auditiva siempre debe ser diagnosticada por un profesional, como un audiólogo o un otorrinolaringólogo. El profesional realizará distintas pruebas auditivas para determinar el tipo y el grado de severidad. 
La audiometria permite precisar el grado de deterioro auditivo de igual manera permitiendo clasificar los diferentes niveles de deterioro auditivo: 
  •  La sordera de transmisión: se denota a nivel del conducto auditivo externo, la caja del tímpano, y la cadena de huecesillos.
  • La sordera de percepción: son sorderas toxicas, infecciones cocleares, traumatismos cocleares, donde se puede presentar el síndrome de Meniere, sorderas bruscas entre  otras.
  • Las sorderas centrales: corresponde a la sordera de los núcleos acústicos situados en la región bulboprotuberancial o del bulbo temporal.