- La ejercitación fonética
- Las bases comunicativas
- Los prerrequisitos simbólicos.
A los seis meses, el bebé deja de emitir nuevos sonidos y no imita algunos aspectos de entonación del habla del entorno.
Durante el primer año de vida es muy importante la
intervención del especialista en trastornos de la audición y del lenguaje. En primer lugar tendrá que completar el diagnóstico inicial realizado por el audiólogo para
determinar el tipo de prótesis auditiva que requerirá, cuya oportuna aplicación junto con una adecuada estimulación
temprana ayudarán a que el niño no interrumpa sus
oralizaciones, adquiriendo los fonemas y elementos
prosódicos del habla.
El estímulo para utilizar la voz se fundamenta en estar consciente de las vibraciones propias que produce y del efecto que causa en el entorno.
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